Con estos proyectos pretendemos motivar a los jóvenes para que sean emprendedores en distintas ramas de actividad económica.
Entre las distintas áreas a desarrollar se encuentra la agricultura en las zonas rurales. A pesar de ser la agricultura el sector económico que emplea a la mayor parte de la población activa, ésta se encuentra abandonada en las zonas rurales por los jóvenes, por la especial dureza de trabajar las tierras y el poco rendimiento que se extrae debido a los medios rudimentarios con los que se cuenta y la poca competitividad en el mercado.
Lo que proponemos para remediar esta situación es motivar a los pocos jóvenes que se han quedado en los pueblos para dedicarse a esta labor, ofreciéndoles formación, herramientas para modernizar el cultivo, con el fin de conseguir a través de sus resultados mejorar sus condiciones de vida y atraer a todos aquellos que emigraron a las grandes ciudades en busca de trabajo, y se han quedado estancados sin futuro profesional ni medio de vida alguno.
Para llevar esto a cabo, nuestra idea consiste en localizar a determinadas personas voluntarias y motivadas, y acompañarlas mediante un proyecto marco hasta que consigan su total autonomía.
Queremos también apoyar las cooperativas de agricultores existentes y motivar la creación de otras donde no existen con el fin de ver juntos como optimizar los recursos que disponemos y mejorar la producción
Para los jóvenes que no quieran dedicarse a la agricultura y tengan otras inquietudes o iniciativas de negocio, queremos crear un fondo económico y asesoramiento para conceder microcréditos a aquellos que presenten un proyecto viable.
Proyecto piloto de desarrollo agrícola en Manjo(Camerún)
Proyecto piloto de desarrollo agrícola en Manjo(Camerún)Manjo es un pueblo de Camerún situado en el litoral a unos 250 kms. de Duala, la principal ciudad y capital económica del país. Tiene una superficie de 305 kms.2, con una población estimada de 35 mil habitantes, donde un 70% son jóvenes. Su principal actividad económica es la agricultura.Una agricultura en decadencia permanente, debido al abandono de los jóvenes que rehúyen de ella por la dureza de sus labores y la poca ganancia que se le saca.Este proyecto piloto tiene como objetivo la creación de una plantación mixta de platanera, guindilla y maíz, en una extensión de una hectárea, gestionado por un agricultor camerunés. De este modo queremos reavivar la actividad agrícola en decadencia en este pueblo rural.Para conseguir la autonomía total de este agricultor, queremos acompañarle, ayudándole a acceder paulatinamente a las nuevas técnicas y herramientas de la agricultura moderna. Es necesario cambiar el método arcaico de trabajo usado hasta hoy a uno con herramientas automáticas que facilite el trabajo. Consideramos que esto puede motivar a otros jóvenes a trabajar la tierra, ya que la dureza de realizar toda la tarea agrícola sin más ayuda que unas manos es uno de las principales causas del abandono de la agricultura por los jóvenes.En este primer año le hemos ayudado a adquirir:
- Una bomba de agua y tuberías para la instalación del riego aprovechando el paso de un rio cerca de su plantación.
- Una desbrozadora para facilitar la labor de deshierbar la plantación.
- Insecticidas, abonos, etc… para proteger las plantas y optimizar la cosecha.
La idea es recuperar la inversión en un plazo de tres años consiguiendo con el mismo plazo su total autonomía. Queremos así convencer y estimular ya no solamente con palabras, sino con hechos y resultados reales, visibles y palpables, a los demás jóvenes para que vuelvan a dedicarse a la agricultura.El agricultor con el que hemos contado para este proyecto piloto es Modeste Ndanga, camerunés de 47 años, nacido en Manjo, viudo y padre de 4 hijos (2niños y 2 niñas).La vida de Modeste no ha sido fácil, y si en algo se caracteriza es por la capacidad de reinventarse para luchar por una vida mejor. Después de muchas repeticiones escolares y la obtención de un grado medio en electricidad, Modeste abandona los estudios y se lanza en la vida activa en 1985. A cabo de 2 años vendiendo en la calle, él consigue abrir una tienda de ropa en Duala (marché central) en 1987. En 1994, después de muchas y varias circunstancias difíciles y dolorosas en su vida, decide emigrar y hasta 2003, vivirá en Gabón, Congo, Costa de marfil y Sudáfrica. Es después de su estancia en Sudáfrica cuando, frente a la impotencia de conseguir el mínimo de estabilidad que busca, decide volver a Camerún y se reinstala en Duala. De 2003 a 2007, trabaja precariamente como taxista sin conseguir gran cambio en su situación de vida. En 2007, decide retornar en Manjo el pueblo que le vio nacer e invertir sus pocos ahorros en la agricultura.Aprovechando el espacio heredado de su padre, crea una plantación de cacao, plátano y maíz. La falta de conocimiento, de herramientas adecuados, de mano de obras (los jóvenes rehúyen el campo por la dureza de sus labores) y otras dificultades, mermaron bastantes su producción; llevándole a la perdida en pocos años de toda su inversión.En 2016, durante el encuentro que Armel mantuvo con sus amigos de infancia en Manjo, Armel motivó a Modeste para retomar el trabajo en el campo, y con ayuda tanto financiera como de asesoramiento y con los conocimientos que ya tiene puede tener éxito en su empresa. El resultado de este proyecto piloto puede servir a otros jóvenes de ejemplo y que consideren así el trabajo en el campo como una posible vía laboral.El caso de Modeste sirvió de experiencia para preparar y elaborar este proyecto marco.